lunes, 19 de diciembre de 2011

«TUVO UNA MUERTE LENTA POR INTENTAR HUIR»


19dic 2011
Joan Ferrà, jornalero fusilado en 1936 en Calviá (Mallorca), fue detenido el 22 de agosto de 1936, al anochecer. Su destino era la prisión de Can Mir, en Palma de Mallorca, pero no llegó nunca allí.
En Calviá los cuatro presos trataron de huir. Dos de ellos lo consiguieron, pero Joan y su compañero fueron atrapados por dos falangistas.
A su compañero Cristóbal Barceló lo mataron en el acto, pero a Joan le responsabilizaron del motín y le dejaron desangrarse poco a poco.
El rumor de su muerte llegó rápido a Galilea, su pueblo. Su cuñada, María Bordoy, de apenas 16 años, recorrió de madrugada los 12 kilómetros que separan Galilea de Calvià. Cuando llegó al pueblo ya le habían llevado al cementerio.
Lo habían desnudado y envuelto en una sábana. Compartía una fosa para tres personas con otro hombre. “Estaban esperando a un tercero y por eso María pudo verlo”, explica el nieto de Ferrà, Gabriel.
María Bordoy no volvió al cementerio de Calvià hasta 72 años después, cuando Gabriel tuvo la iniciativa de recuperar la historia que había sido tabú en su familia durante décadas. “Llegamos allí y reconoció el lugar donde lo había visto envuelto en la sábana. Pocos meses después murió como si sintiera un alivio por haber transimitido esa información vital”, recuerda Gabriel, nieto del jornalero del campo que murió en un crimen también sin investigar.
La jueza de Palma María del Carmen Abrines archivó el caso el 14 de octubre de 2009.

RICOS MAS RICOS, POBRES MAS POBRES. Y EL PUEBLO DUERME



Foto: Juan Santiso

Ricos mas Ricos,
Pobres mas Pobres
Por Carlos Galeon


Todos los que vivimos en un grupo social determinado hemos firmado tácitamente un “Contrato Social”, según el cual, todos los individuos de ese grupo aceptamos una serie de derechos y deberes no inmutables, como norma de convivencia. En este “Contrato”, el individuo cede el poder de ejecutar la ley natural a la sociedad, que lo hará siguiendo las normas de los derechos naturales de la igualdad, la libertad, la vida, y la propiedad. Pues bien, este “Contrato”, que se intentó poner en práctica a partir de la Revolución Francesa y la transformación del súbdito en ciudadano, con sus derechos sociales, se ha mantenido en precario equilibrio siempre, y se ha roto en varias ocasiones, estableciéndose una lucha para lograr los principios de aquella revolución cortada de cuajo por la nueva clase social que ascendió al poder, desde el mismo momento en que se hizo con él.
La nueva clase social – la burguesía – se convirtió en la nueva clase explotadora, la que vivía del trabajo de los demás –los explotados – en las mismas condiciones que antes lo hacía la nobleza con sus siervos.
Los trabajadores, organizados con los sindicatos, despues de la segunda guerra mundial,consiguieron con una lucha constante bastantes mejoras en sus condiciones de trabajo y salarios en lo que se llamo Estado del Bienestar. Fotos: Juan Santiso


Fue a partir de la Revolución Industrial, y el nacimiento de la una nueva clase social – el proletariado -, que comenzarían a cambiar las cosas, y estos, a base de luchas, sufrir dos guerras mundiales de por medio, persecuciones, asesinatos, y dictaduras, consiguieron al cabo de cien años, una serie de derechos sociales, sueldos y condiciones, que permitían convivir a ambas clases – la explotadora y la explotada – en un cierto equilibrio y paz.
Desde que Henry Ford diera la posibilidad al obrero especializado para convertirse en clase media, abriendo los ojos al capitalismo, que así tenían una clase que mantendría el sistema y lo haría crecer al tener mayor poder adquisitivo para consumir más, no ha dejado de crecer y expandirse, siendo su mejor época la que media entre los años 50 y 80 del siglo pasado.
A principio de los años 70 del siglo pasado, los trabajadores de "La Pegaso" cortaron la circulacion como protesta para defender sus derechos. Foto: Juan Santiso
Durante la Transicion española los 1º de Mayo se concentraban miles de trabajadores, en 
Puerta de Alcala en Madrid, y en las principales ciudades españolas. Foto: Juan Santiso

Pero como siempre, la avaricia y la ambición desmedida, que no se conforman con mucho sino que lo desean todo, lo cual, siendo imposible vuelve loco a quienes las padecen, inventaron la globalización, pero solo para sus propios intereses: los económicos. Comenzaron a cerrar empresas, una nueva palabra –deslocalización – empezó a sonar cada vez más en los oídos de todos, se empezaron a poner en marcha las nuevas teorías neo-liberales del “libre mercado” (según las cuales él mismo tiende a equilibrarse por sí mismo, sin la intervención de ningún estado), se eliminaron tasas y fronteras para el capital, las clases medias empezaron a perder poder adquisitivo al bajarse sus sueldos por la competencia global, y los bancos empezaron a conceder créditos a esa clase media para que pudiera mantener su status, los estados bajaron impuestos a los ricos y tuvieron que subirlos a los pobres y a las clases medias, que ya endeudadas con los bancos, tuvieron que pedir más créditos, y se empezaron a conceder créditos-basura, hasta que…
Todos conocemos el final. En realidad, conocemos hasta donde hemos llegado, el final, todavía es una incógnita. Y es una incógnita, porque las medidas que se están tomando son las mismas que nos llevaron a la crisis, por tanto, y lógicamente, solo pueden agudizar el problema, no solucionarlo.
Los ricos empezaron a gastar el dinero en lujos y caprichos innecesarios y excentricos, nada productivos.
Foto: Juan Santiso
Mientras a los trabajadores se les estrechaba mas, se les amenazaba mas y se les cercenaban su espacio y sus derechos.

Uno de los efectos que nos ha traído la globalización ha sido el crecimiento de la desigualdad entre los más ricos y los más pobres, que se ha disparado en los últimos treinta años. Si el factor social que tenemos para corregir esta diferencia y equilibrar la balanza – los impuestos directos – los gobiernos los bajan a los ricos y los suben a las clases medias y pobres, bien directamente o a través de los impuestos indirectos, se estará ayudando a aumentar esa diferencia, y con ella, a un malestar y una injusticia social que pone en entredicho el “Contrato Social”. Esta brecha interna no es cuestión de países ricos y pobres, pues afecta a todos, si bien más a unos que otros. Por ejemplo, en España, en 2008, el 10% mejor situado ganaba 12 veces más que el 10% peor pagado, en Italia, 10, y en Estados Unidos, 14.
Se ha de tener en cuenta también, que esta brecha se ha ido ampliando a partir de la época negra de Ronald Reagan y Margaret Thatcher. En la economía estadounidense un ejecutivo solía ganar 30 veces más que un empleado; ahora gana 110 veces más, y además paga menos impuestos. (En España estas diferencias no son tan acusadas, si bien en ciertas empresas como bancos, o Telefónica y otras grandes, las diferencias en el año 2008 se movían en un abanico entre 40 y 60 veces más el sueldo de un ejecutivo que el de un empleado.) Esta injusticia es la que ha llevado al multimillonario Warren Buffet a pedir que se le graven más sus impuestos, viendo que su fortuna estaba gravada con un 17%, mientras que sus empleados lo estaban con unos tipos que oscilaban entre el 33% y el 41%. Y no se quejaba guiado solo por un afán de justicia, sino también por un interés egoísta: perdía dinero en la bolsa porque el mercado no funcionaba al haberse mermado la capacidad adquisitiva de la clase media (En Estados Unidos, la clase media es la clase trabajadora, solo que allí no se emplea esta palabra por sonar a “lucha de clases”).
El aumento de la desigualdad afecta también a la vida política, ya que los ricos pueden controlar los procesos políticos a través de la financiación de los partidos, beneficiándose de ello. Del mismo modo, tienen acceso a una mejor Educación y a una Sanidad privada, por lo que no están interesados en mantener la pública con sus impuestos, pero sí en que mantengamos con los nuestros la que solo ellos se pueden permitir.
El Poder Financiero todo lo consigue por la corrupcion de los politicos que no ejercen sus deberes como representantes de los ciudadanos que los han elegido y se pliegan a las exigencias del capital incumpliendo sus obligaciones y deberes y permitiendo escenas como la de estos policias dispuestos a masacrar a un ciudadano que descansa pacificamente en un banco. 

¿Dónde está el punto justo que deberían de pagar los que más tienen? Difícil pregunta, pero creo que en los casos más elevados –y de acuerdo con el Nobel Peter Diamond – se puede llegar a un 70%. De hecho, es lo que ha estado pagando cualquier mediano empresario, si se molesta en hacer cuentas, desde que se hace la Declaración de Hacienda. El motivo de imponer este porcentaje es muy sencillo; no le afecta en lo más mínimo porque tiene dinero de sobra, y afecta al bienestar de la sociedad. Su felicidad (aunque esto es muy teórico, y no creo que ellos estén de acuerdo) no se ve afectada, pues continúa pudiendo obtener todo lo que desee y mantener su status, incluso se le quita un peso de encima. Se puede alegar que muy rico lo es porque ha sido un innovador, alguien que ha aportado a la sociedad más de lo que ha recibido. Falso. Esos son una minoría que no se opondría a la justicia, por el contrario, la mayoría de esos multimillonarios provienen del mundo de las finanzas, ni tan solo han utilizado su dinero para hacerse ricos, han robado, embaucado, y estafado a sus clientes, y si los han arruinado, no han querido saber nada y se han retirado con sus beneficios a un paraíso fiscal.
El señor Presidente del Banco Santander-el mayor de España- Ha evadido capital por mas de 2.000 millones de €, ha sido descubierto por un frances y el gobierno español ha hecho la vista gorda. Ahora se preguntan porque han perdido las elecciones. Foto: Alberto di Lolli
Y asi esta España y nuestros hijos. Foto: Juan Santiso

A pesar de estar claro que la solución de la crisis pasa por la subida de impuestos directos mediante una reforma fiscal – aparte de luchar contra el fraude fiscal, imponer una tasa a las transacciones financieras, y perseguir a quien tenga cuentas en paraísos fiscales -, los gestores del capital que tenemos como gobernantes siguen con la misma receta que nos ha traído hasta aquí para que nos lleve al final que desean: el pastel de las privatizaciones.
Han roto el “Contrato Social” unilateralmente, y por tanto estamos libres también de su cumplimiento nosotros. Debemos de actuar en consecuencia con tal rotura; no hay obediencia a una autoridad, porque no tienen autoridad, no tienen nuestra voz, pues la soberanía descansa en nosotros, y no nos representan al no defender nuestros intereses, sino gestionar los del capital. La lucha ha comenzado de nuevo.
No se haga el sorprendido sr. Rajoy, ahora le toca a usted cumplir
el contrato. Foto: Juan Santiso


En su día firmamos un Contrato
que nunca un contratante lo ha cumplido,
mas obligado por la fuerza ha sido
de mala gana a respetar el trato.

Pero ahora ya no queda ni el sustrato,
que la avaricia mala maestra ha sido
pues que nunca su anhelo es complacido
y en su loca pasión llega al maltrato.

Del cumplir, ellos mismos se han librado,
porque desean colmar sus ambiciones,
siendo ellos, quienes en lucha han entrado.

Hundiremos sus locas intenciones
que ofensa son a juicio no quebrado,
imponiendo al fin, nuestras condiciones.
Del blog de Juan

UNA IGLESIA CATOLICA FUNDAMENTALISTA, PARTIDARIA Y SECTARIA


Hace un tiempo el señor Herranz, presidente del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos y miembro del Opus Dei denunciaba la “demagogia libertaria” de algunos políticos y medios de comunicación y la “cizaña fundamentalista laicista y anticatólica” con la que se estaba sembrando España. Antes, en su desobediencia civil, fueron las manifestaciones por esas calles de Dios: ellos (los obispos) con sus hábitos y ellas (las señoras de postín) con sus chaquetones de astracán y sus collares de perlas, todos juntos pancarta en mano como unos asalariados cualquiera. ¡¡Esto es el mundo al revés!! Ahí estaba, entre otros, Rouco con su hábito y tocado con gorra de visera y publicidad al más puro estilo yanqui en vez de cubrir su cabeza con la típica boina española más acorde con su conservadora y negra vestimenta e ideología.
También los príncipes de la Iglesia exteriorizaban su malestar desde el púlpito y por las calles de la Villa y Corte; ellos que reciben una subvención del Estado español para las arcas de la Iglesia incrementada en algo más del 30% de lo que los españoles consignan en sus declaraciones de la Renta ahora se manifiestan contra la LOE.
Con sotana o clerygman quién los ha visto y quién los ve.
Primero en Colón en la concentración que denominaron “por la familia” donde los obispos Rouco de Madrid y García Gasco de Valencia dijeron que la democracia había retrocedido con ciertas leyes del Gobierno socialista como la que reconoce el matrimonio entre homosexuales; después el obispo Palmero, entre otras lindezas, calificaba la homosexualidad de enfermedad. Ante tanto disparate faltaban los 10 mandamientos electorales malintencionados e hipócritas que la Conferencia Episcopal Española hizo públicos y que me parecen una obscenidad no porque pidieran el voto para el PP sino porque, como ellos, de un lado discriminan a una parte de la ciudadanía al no reconocerles la igualdad de derechos y del otro por caer en la ignominia de utilizar el terrorismo con fines electorales.
Todas estas artimañas propagandísticas tratan de consolidar, implantar o modificar opiniones en la población a través de un espejismo democrático que oculta otras realidades como son el sectarismo religioso de los dirigentes de la CEE y el dogmatismo político de la cúpula del PP. Esa inclinación de auto-exclusión arbitraria que pretenden ofrecer (en la medida en que condenan toda posible alternativa), certezas absolutas, sostén firme, auxilio permanente y orientación incuestionable es fundamentalismo quieran o no los cabecillas de la Curia y los del Partido Popular.
¿Por qué no se revisa el Concordato y se acaba con tanto ingrato? ¿Por qué no deja de subvencionarse la enseñanza privada con el modelo actual y lo que se hace es permitir que todas las familias que no utilicen su plaza en los centros públicos puedan en su renta descontar como gasto lo invertido en la enseñanza privada? Este formato de subvención a la familia y no al colegio es más justo y está encaminado a hacer más llevadera la enseñanza reglada de los hijos al recibir la subvención en forma de descuento en la declaración del IRPF de quién realmente hace el gasto. Entonces si que no iban a salir a la calle.
La inmensa mayoría defendemos el Estado constitucional laico y una sociedad en la que cada persona tenga derecho a vivir según sus propias creencias sin que nadie imponga su doctrina a los demás. Es evidente que los obispos que firmararon   ese comunicado no creen en este Estado, ni en esta sociedad. Por eso están tan lejos de la ciudadanía.
Desde la tolerancia, el respeto a todo tipo de confesiones y el distanciamiento que otorga el agnosticismo nada tienen que ver esas actuaciones de los jefes de la Curia española con los predicamentos de San Pablo. Romanos13, 1-7 constituye el tratamiento temático concreto de la relación de los cristianos con las autoridades civiles. La idea fundamental es que todos los hombres deben obediencia a los poderes públicos constituidos. Resistirse a la autoridad humana como hicieron los zelotas y ahora los obispos, los legionarios de Cristo, los miembros del Opus y la patronal de los colegios privados concertados entre otros es resistirse a Dios. Los cristianos tienen que aceptar y cumplir todas las disposiciones que emanen de los poderes públicos no por miedo al castigo sino como un deber de conciencia. Pablo dice que un buen cristiano tiene que ser a la vez un buen ciudadano. Por eso, de continuar así, ¿irán los obispos españoles, sus seguidores y los subvencionados al cielo o al infierno? Mientras firmo este artículo recuerdo los versos de Lluís Llach: “Si estirem tots ella caurà/ i molt de temps no pot durar,/ segur que tomba, tomba, tomba,/ ben corcada deu ser ja./ Si tu l’estires fort per aquí/ i jo l’estiro fort per allà,/ segur que tomba, tomba, tomba/ i ens podrem alliberar”.


Del Blog de Antonio Baile

sábado, 17 de diciembre de 2011

YO TAMBIÉN ACTÚO CONTRA LA DISCRIMINACIÓN, LA XENOFOBIA Y EL RACISMO.



"Una pulga no puede detener una locomotora.... pero puede llenar de ronchas al maquinista!!!!" (Libertad, la de Mafalda)

Porque siempre habrá alguien para quien seremos el otro, el extraño, el feo, el pobre, el raro, la víctima....

Esta página tiene, entre sus objetivos, denunciar en FB y promover las acciones necesarias en otras instancias para combatir la existencia de grupos xenófobos, homófobos, sexistas y en general todo grupo que sea discriminatorio y atente contra la dignidad del ser humano.

Pero la denuncia no es el único objetivo. Tal como indica su título, queremos que también sea un ámbito de difusión y aporte de conocimientos sobre el problema de la discriminación, queremos que lo que aquí hacemos tenga -aunque sea mínima- repercusión fuera de este ámbito. Que quienes participamos de esta página llevemos nuestra convicción -nuestra militancia- a la sociedad.

Intercambiar información, difundir iniciativas, solicitar colaboración, etc.

Los grupos denunciables que estarán en nuestro punto de mira, serán todos aquellos en los que se haga apología de la homofobia, la transfobia, la xenofobia, el racismo, el machismo, el terrorismo, la discriminación por motivos culturales, económicos, políticos, físicos, intelectuales y en suma todos aquellos en los que se cobijen y justifiquen actitudes de cualquier otro tipo que supongan discriminación y violación de los derechos de nuestros semejantes.

domingo, 6 de noviembre de 2011

UN BUEN ANALISIS SOBRE SANIDAD PÚBLICA (ANTE LA PERDIDA DE BIENESTAR SOCIAL)



En primer lugar os ofrecemos un importante complemento de información sobre la privatización de la sanidad, en concreto la construcción y gestión privada de hospitales, contenida en un artículo de Público de hoy:
“Los nuevos servicios han sido, en general, más costosos que si se hubieran empleado los métodos tradicionales (...) Algo positivo es que es más fácil que estas instalaciones se construyan en el plazo y dentro del presupuesto; pero estas ventajas se consiguen a menudo a costa de la calidad".
Esta era, en 2006, la principal conclusión de un informe de la Organización Mundial de la Salud sobre los hospitales públicos construidos, y a veces también gestionados, por la iniciativa privada. Hoy, cinco años después, expertos, sindicatos y organizaciones de defensa de la sanidad pública siguen criticando y planteando dudas sobre un modelo que, sin embargo, tiene una gran rentabilidad política. No en vano permite a las administraciones inaugurar nuevos hospitales, incluso en crisis como la actual, sin apenas desembolsos en los primeros años, ya que la construcción recae en la iniciativa privada, que se acaba cobrando con creces la inversión a través que los cánones que cobra en los siguientes 30 años, lo que acaba disparando el coste final como ocurriría, por ejemplo, con una hipoteca.
Y es que un hospital puesto en marcha bajo una de estas modalidades, conocidas de forma genérica como PFI (iniciativa de financiación privada) por sus siglas en inglés, puede llegar a suponer, cuando vuelve a manos de la administración tres décadas después, un coste de al menos cuatro veces más a si su construcción se hubiera realizado con dinero público, según calculan los sindicatos y organizaciones de sanidad pública basándose en los cánones que debe pagar a las empresas concesionarias la Comunidad de Madrid, la administración que más frecuentemente ha recurrido a esta fórmula de financiación en los últimos años.
Los nuevos centros acaban costando al menos cuatro veces más "Es muy cómodo para el político", señala Manuel Rodríguez, secretario general de la Federación de Sanidad de CCOO en Madrid, que alerta sin embargo de que recurrir al dinero privado, en lugar de a la financiación pública, conlleva "gastos financieros bestiales". Así, calcula que de los cerca de 1.000 millones que aproximadamente hubiera costado hacer los siete hospitales de Madrid construidos bajo la fórmula de gestión mixta pública-privada (una empresa construye el hospital y lo gestiona mientras la autonomía sigue controlando la asistencia sanitaria), el precio final para los contribuyentes rondará los 4.500 millones.
Además, como resalta Pilar Navarro, secretaria de Salud de UGT, al final de los 30 años de concesión la administración de turno, tras haber pagado cantidades millonarias, recibe "un hospital obsoleto". Por ello, este sindicato ya pidió al Gobierno central en julio que aborde un análisis riguroso de la eficiencia de estas nuevas fórmulas de gestión.
CCOO: el modelo mixto conlleva "gastos financieros bestiales" También están muy preocupados por el coste de estos centros en la Federación de Asociaciones de Defensa de la Sanidad Pública, que ha recopilado datos según los cuales los madrileños pagarán este año un montante de 761 millones, que ascenderá a 4.284 una vez finalizadas las concesiones, por unos hospitales cuya construcción ha costado sólo unos 700 millones. "El coste se multiplica por entre cuatro y siete dependiendo de la modalidad de concesión", señala el portavoz de la Federación, Marciano Sánchez Bayle.
A su juicio, los nuevos hospitales construidos por Aguirre se hubieran podido hacer "a un coste muy inferior" con fondos públicos, si bien es cierto que "no todos a la vez". "Se trata de favorecer el negocio del sector privado", agrega. "Tienes que pagar el beneficio de la empresa privada más el IVA, y luego la gestión no es mucho mejor", valora por su parte Antonio Cabrera, secretario general de la Federación de Sanidad de CCOO. "Es un chollo inicial [para la administración] que luego sale muy caro a los ciudadanos", remacha. De hecho, la rentabilidad de las concesionarias fue superior al 11% hasta enero en Madrid, según reconocieron las propias empresas cuando advirtieron en abril al Gobierno regional del riesgo de "colapso" por la caída de sus beneficios. Asimismo, como señala la Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad de Madrid, estos centros "están diseñados para realizar actividades sanitarias que no comportan grandes riesgos, pero aseguran beneficios rápidos". "Las actividades más costosas y menos rentables (como unidades de quemados o cirugía especializada) se mantendrán en centros públicos", agrega.
Gestión privada pura Pero al menos en los centros anteriores el personal sanitario sigue perteneciendo a la sanidad pública, algo que no ocurre en la modalidad de concierto, donde la concesionaria se ocupa también de la gestión sanitaria de la población del área de influencia del centro, como ocurre en el caso de los hospitales de Torrejón y Valdemoro. "Ahí el político paga y se olvida de todo lo demás", agrega Martínez, que alerta de que de facto una parte importante de la población pasa a ser atendida por la sanidad privada. Así, sumando estos dos centros más la Fundación Jiménez Díaz (que tiene concierto desde la época del Insalud) "hay 620.000 madrileños, casi el 10% de la población de la Comunidad, a los que la asistencia se la da la sanidad privada".
Un experto afirma que la fórmula es "irresistible" para muchos políticos No hay que olvidar, al margen de la fórmula elegida, que "la financiación privada es más cara", como señala José Ramón Repullo, jefe de Planificación de la Escuela Nacional de Sanidad, que sí reconoce una ventaja: la rapidez en la inversión, frente a la "lentitud a veces exasperante de las obras civiles de hospitales del pasado". "Se puede inaugurar en una legislatura el hospital prometido en la campaña electoral anterior, a coste cero en los cuatro años de construcción", señala Repullo, que reconoce no obstante que esto se consigue a costa de delegar el coste del funcionamiento "para las siguientes legislaturas y la generación venidera". El modelo también permite "eludir controles de endeudamiento", lo que junto con el factor anterior tiene "un alto valor político" y convierte a la fórmula en "irresistible" para algunos gobernantes.
Por otro lado, la "ventaja teórica" de una buena gestión de los activos por parte de la concesionaria "parece desvanecerse en gran medida ante la complejidad de los servicios y su rápido cambio tecnológico". "Imaginemos agrega que nos entregan hoy un hospital en las mismas condiciones que tenía cuando acabó de construirse en 1980: valdría de museo, pero estaría total.
Con el permiso del autor del artículo Antonio González.

lunes, 5 de septiembre de 2011

PLEITOS / EL MARQUÉS REBELDE / INJURIAS Y LA HERENCIA DEL DUQUE DE HERNANI



La batalla contra el Rey de un Grande de España

ILDEFONSO OLMEDO: La batalla comenzó a la muerte, a los 91 años, de «tío Manfredo», un aristócrata que siempre habló arrastrando la erre con acento francés y vestía ligas en la pantorrilla. Tres veces Grande de España, Manfredo de Borbón y Bernaldo de Quirós (1888-1979) poseía una de las mejores colecciones de arte del país (la Duque de Hernani) y un Ducado que todos en la familia creían que terminaría recayendo en su sobrino Francisco Javier Méndez de Vigo y del Arco, a quien ya en 1969 «tío Manfredo» traspasó uno de los tres títulos nobiliarios que llegó a ostentar, el de Marqués de Atarfe. Pero el sobrino, hijo de un diputado a Cortes nombrado gentilhombre por Alfonso XIII en pago a que abofeteó en el hemiciclo a alguien que osó insultar al Rey, se quedó con un palmo de narices al comprobar que se modificaba el orden sucesorio del Ducado. Nunca sería el II duque de Hernani. Ahora eran ellos los abofeteados.

Por Real Decreto no publicado en el BOE, el título nobiliario terminó pasando a la infanta Margarita, hermana de Don Juan Carlos. Una decisión luego sancionada por el Tribunal Supremo y nunca aceptada por los herederos naturales del duque como de ley.

Todo aparentemente obedecía a la decisión del duque muerto, «tío Manfredo», quien en su testamento dejaba el título de duque a la hermana del Rey y su patrimonio a su viuda, Teresa Mariátegui, su segunda esposa. Desde entonces, los Méndez de Vigo andan en querella permanente con la Familia Real. Sostienen que en aquel testamento, la firma del duque está falsificada, y que ellos y toda España son víctima de un complejo plan concebido desde las alturas para hacer desaparecer la colección de arte del duque.

El último episodio de esta guerra donde no faltan escudos de armas se libró este miércoles en la Audiencia Nacional. El hijo del marqués, el abogado Luis Méndez de Vigo, fue condenado por injurias al Rey a una multa de 2.190 euros. Según el fiscal, en la maraña de procesos judiciales abiertos tras la muerte del duque, el acusado implicaba reiteradamente a la Familia Real en la elaboración de un plan «para falsificar toda la sucesión del duque de Hernani y estafar la herencia a sus herederos», en alusión a la pinacoteca de «tío Manfredo», perteneciente al Patrimonio Histórico desde la Ley de Patrimonio Artístico de 1933.

Es una guerra con paisaje de fondo, y dos ramas de los Méndez de Vigo disparando con querellas que apuntan a lo más alto del Estado, ensombrecen la gestión de sucesivos directores del Prado y salpican a notarios, marchantes de arte y altos cargos de Hacienda y Bellas Artes. Porque a la escaramuza del contencioso por el título del Ducado ha seguido toda una retahíla de denuncias (ante Hacienda unas, y otras en juzgados) que pretende hacer aflorar los más de 600 cuadros de la colección. Algunos, aunque en su mayoría eran inexportables, están hoy colgados en museos de medio mundo: el Meadows Museum de Dallas (Texas), el Metropolitano de Nueva York, el Museo de Chicago... Los no vendidos siguen en su mayoría en paradero desconocido. Cuando los Méndez de Vigo empezaron a investigar, también se esfumaron, pero esta vez de los archivos del mismísimo Instituto de Patrimonio Histórico, las actas (de número 110 y 518) que desde los tiempos de la guerra certificaban la existencia de los 681 cuadros de la colección Duque de Hernani, considerada un segundo Museo del Prado.

Sí se sabe la historia de uno de aquellos lienzos, y precisamente no de los más valiosos (hay de Tiziano, Carpaccio, Rembrandt, Goya...), comprado por El Prado a la viuda del duque de Hernani, Teresa Arriategui Arteaga, en 1991. Se trata de Bodegón de caza, hortalizas y frutas, firmado y fechado en 1602 por Fray Juan Sánchez Cotán. Se pagó por él 450 millones de pesetas en una controvertida adquisición. Poco antes, en 1988, y gracias precisamente a una de las denuncias de los Méndez de Vigo, la Inspección de Hacienda descubrió que la heredera del duque no había recibido en herencia, como declaró, sólo tres obras pictóricas. En varios registros, se encontraron más de un centenar de cuadros que terminaron siendo valorados por Edmund Peel (Sotheby's, donde entonces trabajaba la infanta Pilar) sólo en 25 millones. Aparte, apareció un grupo de 11 cuadros de indiscutible valor, que habían participado en recientes exposiciones, por los que tampoco fue sancionada la viuda al haberse acogido, según se dijo, a la amnistía fiscal de la Ley 16/1985 de Patrimonio Histórico. La Administración parecía indulgente. La viuda falleció en 1996, 17 años después que su esposo Manfredo de Borbón, el duque.

«Tío Manfredo» era hijo póstumo de Luis Jesús de Borbón, hijo a su vez del infante portugués Sebastián Gabriel de Borbón y Braganza, biznieto de Carlos III. La madre de Manfredo, Ana Germana Bernaldo de Quirós, marquesa de Atarfe, se casó en segundas nupcias con Manuel Méndez de Vigo y Méndez de Vigo. Del segundo matrimonio nació aquel gentilhombre que defendió a Alfonso XIII y terminó muriendo en la Guerra Civil dejando huérfano a quien hoy es marqués de Atarfe.

La tela de araña genealógica nos sitúa así en 1940, recién concluida la contienda fratricida. A «tío Manfredo», duque de Hernani desde 1919, la única familia que le queda son los Méndez de Vigo. Echa mano de su sobrino el día que, desde el museo de El Prado, le reclaman para devolverle los cuadros de su colección de arte, incautados durante la guerra, como todos los del Patrimonio Histórico, por orden de Pablo Picasso, entonces director del museo. «Yo estaba con él», aún recuerda el marqués de Atarfe, de 82 años, «cuando le devolvieron todo. Le dieron unas listas larguísimas, con todas las obras de arte requisadas de sus domicilios, especialmente de la casa de la calle Miguel Ángel, donde residía en 1936. Él reconoció como suyas las obras y retiró una parte... Ya antes, cuando se libera Madrid, el tío Manfredo me pide que le acompañe al Casón del Buen Retiro, y allí le explican que le van a devolver sus cuadros».

Las relaciones entre tío y sobrino nunca se rompieron. «En 1969, en el mismo BOE en que se nombraba marqués de Peralta a Escrivá de Balaguer, salía mi nombramiento, por expreso deseo de tío Manfredo (además de Hernani era duque de Ansola y hasta entonces marqués de Atarfe), como III marqués de Atarfe». Siguieron viéndose aún cuando el marqués y su familia establecieron su casa en la capital portuguesa, entre los años 1960 y 1974. Por la casa madrileña de «tío Manfredo» pasaban a menudo las distintas ramas de los Méndez de Vigo. Primero residió en un palacete en la calle O'Donell, que rebosaba de cuadros (se sabe, porque existe su firma en los expedientes, que sólo retiró del Prado 141 lienzos). Mientras tanto, primero en Estoril y luego en Lisboa, el marqués de Atarfe y sus hijos coincidían frecuentemente con Don Juan de Borbón, exiliado. «Mi hijo mayor Javier», dice el marqués, «recibió clases junto con la infanta doña Margarita. Les aleccionaba una tal señorita Hidalgo. Doña Margarita tenía un oído musical fenomenal».

REUNIÓN EN ZARZUELA: Hoy, todo vínculo entre estos grandes de España y los hijos de Don Juan de Borbón está roto. La última vez que el marqués vio cara a cara al Rey, en 1991, fue en una reunión en palacio con todos los nobles del reino. Aún el segundo hijo del marqués, el abogado condenado esta semana por injurias, no había fundado (lo hizo en 2001) el Partido Republicano del siglo XXI.

La batalla se multiplica en todos los frentes. Por un lado, el hijo del marqués, el condenado, que cita palabras de Manuel Azaña en lo que dice es una lucha en defensa del Patrimonio Nacional: «El Museo del Prado pasa por delante de la Monarquía y la República juntas». Por otro lado, Ana Germana Méndez de Vigo, sobrina del marqués, criada en Francia e imbuida por los principios con los que hace siglos se tomó La Bastilla para abolir las clases sociales: «Libertad, igualdad y fraternidad». Ambos, cabeza en este contencioso de una enorme familia de abolengo, se niegan a aceptar que «tío Manfredo» dejara como heredera universal de todos sus bienes a su viuda y se olvidara de su familia, los Méndez de Vigo. También que pidiera en vida el cambio en la línea sucesoria del Ducado. Hablan, y lo han puesto por escrito en cartas a la Casa Real, al presidente del Gobierno, al fiscal General de Estado, etc., de firmas falsificadas, de testamentos falsos, de testaferros que venden cuadros... «Banda de malhechores» es la expresión que acuñan para denunciar lo que consideran un expolio en toda regla de Bienes de Interés Cultural. El grueso de sus acusaciones -incluida una querella criminal incorporada en febrero de 2000 contra «la familia real española por robo, estafa y falsificación sobre bienes del Patrimonio Histórico»- están acumuladas en las diligencias previas 6049/95 del Juzgado de Instrucción número 46 de Madrid, que acaban de ser archivadas tras casi siete años en la sede judicial y después, según ellos, de abrir más interrogantes que cerrar. Y fue en la tramitación de una de esas diligencias en el juzgado donde el hijo del marqués, según la sentencia de esta semana de la Audiencia Nacional, injurió al Rey. Pero las espadas siguen en alto. También los antepasados de «tío Manfredo» se enfrentaron a los Borbones de España. Carlista fue un tiempo el infante Sebastián Gabriel de Borbón y Berganza. Republicano es ahora el hijo del marqués.

EL ROBO REAL
La fortuna privativa de la Familia Real Española tiene su origen en la ESTAFA y ROBO de la colección de pintura Duque de Hernani, valorada en más de 1.000 millones de euros y compuesta por obras de TIZZIANO, CARPACCIO, VAN DYCK, TENIERS, etc.


La familia real ha vendido muchos de estos cuadros, que pertenecen al Patrimonio Histórico Español, a museos extranjeros para asegurarse un capital fuera de España. En la operación ha intervenido la Dirección General de Bellas Artes, además del Ministerio de Economía y Hacienda, y en la actualidad es un tema totalmente censurado en España debido al continuo encubrimiento que exige el robo de estos bienes. Los familiares del Duque de Hernani han interpuesto QUERELLA CRIMINAL contra la familia real por robo y estafa en el Juzgado de Instrucción nº 46 de Madrid, Diligencias Previas 6049/ 95.


ROBO DE LA COLECCIÓN DE PINTURA DUQUE DE HERNANI POR LA FAMILIA REAL
En 1976, la familia real española, en colaboración con la segunda mujer del Duque de Hernani, Teresa Mariátegui, y varios funcionarios públicos, elaboran un plan para apoderarse de la colección de pintura y arte Duque de Hernani y vender una parte de la misma al objeto de tener un capital en el extranjero. El plan consiste en falsificar la sucesión del anciano Duque y al tiempo, destruir la documentación de la colección para evitar cualquier reclamación de los legitimarios.


1ª FASE: ROBO DE DOCUMENTOS DE LA COLECCION
El primer paso de la operación consiste en el robo de los documentos de la colección que se encuentran en el domicilio del Duque para prevenir las posibles reclamaciones de los dueños de los cuadros que se van a robar. Así, en la noche del 23 de febrero de 1977, dos falsos sirvientes, que habían sido contratados dos meses antes, proceden al robo de los documentos tras narcotizar al resto del personal. Los falsos sirvientes abandonan la casa llevándose los títulos de propiedad de las obras, además de 17 cuadros de la colección, con destino a Portugal. Nueve días después, la misma Casa Real, por medio de la policía, filtra la noticia del robo a la prensa y, el 2 de marzo de 1977, se publica la noticia en España haciendo hincapié en el robo de los cuadros y sin hacer mención a los documento. A los dos meses, los cuadros aparecen en Portugal y se detiene a los delincuentes, pero los documentos no se mencionan. En 1979, la familia del Duque de Hernani descubre que nunca se abrió el proceso penal por este robo. Se trataba de un montaje y nunca se supo nada más de los falsos sirvientes.


2ª FASE: LA FALSIFICACIÓN DE LOS TESTAMENTOS
El 6 de enero de 1979 fallece, a los 91 años, el anciano Duque de Hernani, y la familia real se apodera de los cuadros, una parte de los cuales se encontraba depositado en el Museo del Prado. Para no levantar sospechas, falsifican el último testamento del Duque y colocan a la segunda esposa del causante, Teresa Mariátegui Arteaga, como heredera única, pero actuando como testaferro hereditario que después les entregaría los cuadros. Paralelamente, para justificar la posterior aparición de los cuadros en el patrimonio privativo de la familia real, el rey, otorga un real Decreto en el que permite que el Ducado de Hernani sea ostentado por su familia, concretamente por su hermana Margarita, bajo el pretexto de haber recibido una carta del Duque en el que le transmite su deseo de modificar, por testamento, la línea de sucesión del ducado. Naturalmente, esta carta es falsa.


3ª FASE: ENCUBRIMIENTO DEL ROBO Y DE LA ESTAFA
Los errores cometidos por la familia real al realizar el robo y la estafa permiten descubrir la operación. Se genera entonces un intenso tráfico de influencias, dirigido al encubrimiento de los delitos que, en realidad, es una huida hacia delante de la familia real. El primer error de la familia real es olvidarse de pagar los impuestos sucesorios de la testaferro, dejando en evidencia que no había recibido la herencia. Para demostrar que Teresa Mariátegui es una vulgar testaferro de la casa real, la familia del Duque de Hernani formula contra ella Denuncia Pública por impago de los impuestos, y, efectivamente, la Delegación de Hacienda de Madrid, recibe la orden de paralizar la Denuncia Publica 40/86 para no dar al traste con el robo y la estafa real. En 1993, el Delegado de Hacienda intenta quitársela de encima y falsifica una valoración de los cuadros, de acuerdo a las directrices de la compañía SOTHEBY’S, en la que trabaja la Infanta Pilar Borbón, y emite una resolución en la que valora la colección en 25 millones de pesetas. La Resolución es recurrida y en la actualidad, el procedimiento de la Denuncia Publica 40/86 se encuentra acumulado a las Diligencias Previas nº 6049/95 del Juzgado de Instrucción nº 46. La Agencia Tributaria y SOTHEBY’S dicen ahora que han perdido los expedientes. El segundo error de la familia real fue robar los títulos de propiedad de los cuadros del domicilio del Duque de Hernani, sin darse cuenta que eran copias de otros documentos originales que se encontraban en los archivos del Patrimonio Histórico Español. Cuando se contrasta la documentación del Instituto del Patrimonio Histórico con la documentación que se confeccionó para vender los cuadros robados al extranjero, por medio de testaferros, se descubre en seguida que está falsificada. Para solucionar este problema la familia real acude, de nuevo, al abuso de poderes y se hacen desaparecer del Instituto los expedientes 518 y 110 de la colección Duque de Hernani. Y no sólo eso, sino que, para no dejar ningún vestigio sobre la verdadera propiedad de los cuadros, se procede a la falsificación del Inventario General del Museo del Prado. Pese a todo, el encubrimiento resulta inútil porque la familia del Duque de Hernani consigue reconstruir los expedientes sustraídos con los duplicados de dichos documentos que obraban en el Instituto y que, por error, se olvidaron de sustraer.


4ª FASE: EL DESCARO DE LA FAMILIA REAL
Cuando ya resulta imposible ocultar que la familia real llevo a cabo el robo y estafa de la colección Hernani, la única solución que se le ocurre al jefe de la Casa Real, SABINO FERNÁNDEZ CAMPO, es amenazar expresamente a todos los medios de comunicación españoles para que no publiquen nada sobre el asunto HERNANI. La amenaza, que permanece en pié, se recoge por primera vez en la emisora C.O.P.E. programa de Antonio Herrero del día 28 de septiembre de 1994. Evidentemente la amenaza se extiende a todo los cargos públicos Al poco tiempo fallece la testaferro, Teresa Mariátegui Arteaga, de quien ya se habían olvidado, y deja un testamento en donde se revela que no ha recibido los bienes de la herencia de su marido. La familia real, haciéndose todavía la ilusión de que nadie les ha descubierto, acude entonces al Director General del Registro y del Notariado para que les falsifique otro Certificado de Ultima Voluntad en el que se incluyan dos testamentos falsos posteriores. El Director General hace el encargo, con lo cual hay ahora dos certificaciones de última voluntad, además de dos testamentos falsos añadidos. Como último recurso, la familia real intenta el blanqueo judicial del robo y estafa de la colección Duque de Hernani sin tener que devolver los cuadros robados. Algunos jueces siguen el peligroso juego. El Tribunal Supremo les confirma como sucesores del Duque de Hernani despreciando la documentación falsificada. El Juzgado de Instrucción nº 46 paraliza todas las investigaciones sobre el paradero de los cuadros y hace inútiles las querellas criminales presentadas contra ellos.