El Nuevo Orden Mundial va
entrando muy poquito a poco en la ciudadanía. El fascismo, cuyo fin primero y
último es garantizar el status privilegiado de las élites económico
financieras, es en esta ocasión un fascismo "light" que no necesita
ya de las algaradas de un (pongamos) Hitler o cualquier otro sistema de revolución
para conseguir sus objetivos.
Cuenta hoy en día con armas mucho
más poderosas: todas las que engloba la industria mediática y de monopolio. Con
ellas consigue crear una conciencia de falso confort en las masas
que anula cualquier tentativa de transformación. Lo que a la postre se persigue
es volver a los postulados previos a la Ilustración, es decir, la aceptación...
de lo establecido como el "orden natural de las cosas".
En España se dan además las
circunstancias idóneas para que sea uno de los lugares donde más pronto y
fuertemente arraigue la nueva "anti-ideología": una represión brutal
de las clases intelectual, medias y obreras por un gobierno fascista que ha
dejado una huella profunda, una falta de sistema educativo libre de los manejos
de una iglesia retrograda, unos sindicatos faltos de verdaderos sindicalistas
demasiado funcionariados con unas bases dormidas en la complacencia de sus
dirigentes que pactan a cambio de nada, una izquierda que abrazó el
"eurocomunismo" y las tesis reformistas etc., con la creación de
centenares de organizaciones políticas mas o menos de izquierdas incapaces de
ponerse de acuerdo creándose reinos de taifas y un partido mayoritario dicese
de izquierdas (PSOE) perdiendo sus principios fundamentales y convirtiéndose en
un apéndice de un brutal neoliberalismo.
A ello añadiría yo además la
escasa o nula conciencia de patria (compárese, por ejemplo, con la que hay en
Venezuela) desde que aquí el intento de construcción de una Republica federativa
con una realidad colectiva inclusiva y no excluyente fuera abortado por la
Iglesia y un grupo de rebeldes en armas que se alzaron contra un régimen legalmente
constituido y con la ayuda de las potencias fascistas del siglo XX.
Todo eso lo saben perfectamente
los avezados sociólogos que diseñaron el "Spanish Experiment".
Concluyendo, largo y difícil camino. La ruptura con el franquismo - y por
consiguiente con el régimen actual, como continuador de aquel - es la condición
indispensable para hacer frente al terrible panorama que espera a
nuestros hijos. Y no sirve de nada que cada uno la haga a nivel
individual, todo eso de la revolución de las conciencias ya no sirve. Nunca
sirvió. Es momento de unificar ideas y luchar por una Republica. “El momento es
ahora. Mañana es tarde”.
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