EN RESPUESTA AL ASQUEROSO USSIA

Me parece asqueroso que personas como tú no se tomen en serio cosas como la llamada «conferencia de paz» organizada por los amigos de los mal llamados terroristas, solo porque unos pocos retrógrados como tú lo digan. Me parece asqueroso que el Gobierno de España no haya tratado de imponer la aplicación tajante de la Ley de Memoria Histórica. Me parece asquerosa la actitud del PP y personas como tu Alfonso Ussia, que se te va la fuerza por la boca de democrático tan cercano a la ultraderecha de este país y no reconozcáis que la autentica democracia de un país está en sus libertades. Me parece asqueroso que los que han matado a tantos y tantos españoles, camuflados de democráticos, hablen de la paz mientras muchos españoles no han podido enterrar a sus familiares asesinados, cuando la única paz que los fascistas traidores a la republica han conseguido es la de miles de muertos sin poder enterrar en las tumbas en los cementerios de España. Me parece asqueroso que el PP y gente como tú, apoye el fascismo y la intolerancia. Me parece asqueroso que un sector de la iglesia española persista en su afán de establecer equivalencias entre los que asesinaron y sus víctimas. Me parece asqueroso que el PP albergue su única esperanza de recuperación electoral a base de un programa en contra de los intereses del pueblo español. Todo me parece asqueroso.

Siento repugnancia por todos los políticos que están haciendo el juego a los que impunemente no han pagado su culpa de asesinos, amparados por una Justicia presuntamente aberrante y partidista. Siento repugnancia cuando he leído que el PP exige honores por que son fieles defensores de una patria y una democracia inexistente en este país, por su falta de libertades. Siento repugnancia cuando advierto que el PP no sólo no se opone al desarrollo y aplicación de la Ley de Memoria Histórica, sino que manifiesta entusiasmo por deshacerse de ella. Siento repugnancia por la complicidad de algunos ciudadanos con estas ideas fascistas.

Me avergüenza como ciudadano español y contribuyente saqueado por la depredadora política fiscal del Gobierno y mucho mas con la que el PP nos quiere imponer, que se use el dinero público en la promoción de bolsillos particulares. Me avergüenza como ciudadano español constatar la pasividad de nuestra sociedad ante semejante recochineo con las víctimas de una masacre de venganza contra los que no pensamos como ellos y como usted Sr. Ussia, con sus familias y con sus amigos. Me avergüenza como ciudadano español que la síntesis de la perversidad se haya extendido sobre nuestras cabezas con tanta eficacia y naturalidad a través de tantos años de caciqueo y explotación de los ciudadanos españoles. Me avergüenza como ciudadano español la nacionalidad de que presumen algunos de mis compatriotas, y en concreto, de destacados dirigentes de la Ultraderecha camuflados en esta derecha rancia como es el PP, con adoctrinamiento a los medios de defensa (Guardia Civil, Ejercito, etc.) con consignas en contra de los grupos que luchamos por las libertades.

Vomito de asco con la intervención de personas como usted o del PP en los medios de comunicación, intentando convencer a los ciudadanos que olviden el baño de sangre al que fueron sometidos. Vomito de asco por la cobardía, o la mansedumbre o la complicidad de personas aparentemente normales ante y con los que nos representan del PP. Vomito de asco por la presencia de un grupo de gamberros extranjeros ideólogos de la más vil y cruel ideología capitalista que vienen a «verificar» lo que ya está sobradamente verificado, que el terrorismo de estado asesina a una sociedad donde el bienestar social es asesinado. Vomito de asco cuando leo que compañeros de partido de decenas de víctimas –el PP–, no desean la derrota del neoliberalismo y propugnan por conseguir un Gobierno afín a los intereses económicos de los grandes monopolios. Vomito de asco con la permisividad de nuestros gobernantes con la destrucción del estado de bienestar en España. Y cuando ya no me queda nada por vomitar, siento un asco infinito, brutal e inmisericorde por todo lo que está sucediendo, incapacidad de la gente para dar respuesta, falta de claridad política, falta de libertad, falta de democracia, separación de poderes, separación de la iglesia, etc.

Jamás me he sentido tan engañado, tan vejado y tan herido como ahora. Jamás me he sentido tan brutalmente estafado. Jamás me he sentido tan despreciado por los irresponsables que nos han gobernado y con los que nos gobiernan.

Esto no es un desahogo ni un grito airado, es pensar con claridad la podredumbre de una sociedad vapuleada y masacrada. Son las diecinueve horas de la tarde del domingo 8 de enero de 2012 y que al igual que el miércoles 2 de noviembre de 2011, me encuentro en perfectas condiciones físicas y mentales, y escribo con serenidad. Asqueroso y desdeñable.

Félix González Prieto